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Vino Tinto

Precio
-
Tipo de vino
Zona de producción
Bodegas

Aunque el vino tinto de Ribera del Duero y de La Rioja son ampliamente conocidos, existen otras zonas de producción con excelentes uvas y bodegas que producen vino tinto de gran calidad y con una personalidad única. Este es por ejemplo, el caso de los vinos tintos de canarias, cuyas uvas únicas (listán negro, seguida de tintilla, negramoll, baboso negro, malvasía rosada, castellana, bastardo negro, moscatel negro y vijariego negra) convierten a estos vinos en especímentes de gran valor.

Elaboración del vino tinto
Los procesos de elaboración del vino tinto han experimentado a lo largo de la historia diversos cambios y mejoras, aunque siempre empieza igual, por la vendimia. El momento de cosechar la uva se realiza habitualmente en España en los meses de septiembre y octubre, aunque en las Islas Canarias, la vendimia suele adelantarse algún mes.

Proceso de despalillado
Durante este proceso se separan las uvas del racimo. En la actualidad, este proceso se lleva a cabo con una máquina, la despalilladora.

Estrujado
En este proceso, se estruja la uva para separarla de su piel, también llamada hollejo.

Maceración y fermentación
La maceración consiste en dejar el resultado del estrujado durante unos días a una temperatura que es controlada para impulsar así la posterior fermentación. Este proceso de fermentación, generará un dióxido de carbono que subirá a la superficie junto con otras partes sólidas de la mezcla.

Crianza
El proceso de envejecimiento o crianza del vino es además la forma más habitual de clasificación de los vinos. Así, podemos distinguir:

Vino Joven: sin crianza en barrica.
Vino Roble o semi crianza: mínimo 3 meses en barrica y 6 meses en botella.
Vino Crianza: mínimo 6 meses en barrica y 18 meses en botella.
Vino Reserva: mínimo 12 meses en barrica y 36 meses en botella.
Gran Reserva: mínimo 24 meses en barrica y 36 meses en botella.

Trasiego y Clarificación
Proceso por el que se cambia el vino de recipiente en varias ocasiones para poder eliminar los sedimentos sólidos. Después, el vino puede filtrarse para reducir incluso más los sedimentos.

Por último, llega el proceso de embotellado para que recibamos el vino tinto que merecemos en nuestras mesas.